Esta técnica es ideal para todo tipo de cejas, reproduce el efecto maquillaje quedando un efecto empolvado muy sutil logrando mejorar la forma de las cejas o corregir asimetrías.


A diferencia del Microblading, este tratamiento no “dibuja” trazos que simulen el pelo natural de la ceja, sino que aporta color a toda la zona. De esta manera, se obtiene un efecto degradado en la tonalidad, con menos intensidad en la zona de la cabeza y mayor potencia de color en la cola o final de la ceja.

La primera consulta comenzará con el proceso de medición conocido como visagismo, por el cual lograremos el diseño de cejas que se adecue a la perfección al tipo de rostro según sus facciones y dimensiones. Este proceso tiene especial protagonismo para lograr un equilibrio de los rasgos faciales y poder conseguir que nos brinde el resultado estético esperado tras la sesión de micropigmentación.

El efecto Powder Brows es excelente para corregir la forma y el tono natural de las cejas, aumentar la densidad y rejuvenecer la mirada. El resultado es delicado, natural y elegante. Además es adecuado para todos tipos de pieles, incluyendo las pieles grasas.

Para obtener un resultado óptimo, se recomienda realizar un retoque al cabo del primer mes. Después de las 4 – 8 semanas tras del procedimiento se volverá a consulta para revisar el procedimiento y realizar el repaso, siendo éste necesario en la mayoría de los casos.

Debemos tener en cuenta que, al finalizar el servicio, el pigmento estará muy subido y con un color muy intenso. Debido al proceso de cicatrización, el pigmento variará su intensidad hasta conseguir el color deseado.

Los resultados tendrán una duración aproximada de 1 a 2 años, dependiendo del tipo de piel y cuidados posteriores.