El tratamiento se realiza con el láser Q-Switch, última tecnología en láser para la eliminación de tatuajes y maquillaje semi permanente.
El láser de Q-Switch genera unos pulsos de energía con una longitud de onda específica, que actúa exclusivamente sobre las partículas de pigmentos, rompiéndolas en otras de un tamaño mucho más pequeño, dejando la piel integra.

Las sesiones se suelen realizar cada 5-8 semanas, en función de la cicatrización de la piel, metabolismo o rapidez de respuesta, hábitos, etc., pudiendo repetirse varias veces, hasta la obtención del resultado deseado.